El futuro embajador de los Estados Unidos en la Argentina, Peter Lamelas, respaldó públicamente al gobierno de Javier Milei apuntalándolo para las próximas elecciones y señalando que de confirmarse su designación vendría a la Argentina a restringir la injerencia china en las provincias, además de alertar contra la existencia de una izquierda a la izquierda del peronismo. Lamelas se comporta como un virrey, tratando a la Argentina como si fuera una colonia.

El funcionario designado por Donald Trump tuvo que comparecer ante el Senado norteamericano, donde dio a conocer los ejes principales de su intervención como futuro embajador en la Argentina.

Lamelas hizo hincapié en la necesidad de respaldar al gobierno de Javier Milei y al ajuste en marcha, con miras incluso a reforzar la performance electoral del gobierno para que Milei obtenga un resultado favorable en octubre.

Entre los principales objetivos mencionados por el futuro embajador norteamericano se encuentra la tarea de “viajar a todas las provincias y tener diálogo y tener una verdadera asociación con esos gobernadores” para bloquear las relaciones comerciales con China u otros países, más allá del Ejecutivo nacional.

Lamelas no solo supone que los Estados Unidos se encuentra facultados para decidir con quienes deben entablar relaciones comerciales y políticas el país y las provincias, sino que se embiste de la responsabilidad y la atribución de hacerlo por su cuenta.

También adelantó su vocación pata intervenir en la “Justicia independiente”, al referirse a garantizar la continuidad de la condena de Cristina Kirchner.

En otro pasaje de su intervención, el futuro embajador norteamericano manifestó su preocupación por una izquierda que se encuentra a la “izquierda del peronismo”, consciente de las repercusiones sociales y políticas del ajuste del gobierno, el cual vendría a profundizarse pasadas las elecciones.

Pero la actividad intervencionista de Lamelas no se limitaría exclusivamente a estos aspectos, sino que también abordaría otras cuestiones como la presión norteamericana por el reconocimiento y pago de patentes en los medicamentos, e incluso en el mercado de indumentaria de imitación, con el antecedente inmediato del cierre de La Salada bajo presión de los intereses económicos norteamericanos.

Lamelas se propone venir a la Argentina para hacer de las suyas a su antojo, sin respetar soberanía alguna, como quien ejerce su voluntad –la de Trump y los Estados Unidos- sobre una colonia sometida. Milei se presta a este sometimiento, pagando de paso los favores del FMI a su gestión. Fuera Trump y el imperialismo norteamericano de la Argentina. Fuera Milei y banda de estafadores y cipayos.