El Departamento de Estado reiteró su compromiso de desmantelar a las organizaciones narcoterroristas extranjeras (FTOs, por sus siglas en inglés) y destacó la necesidad de una cooperación más estrecha con otros países. El plan propuesto incluye sanciones financieras contra grupos criminales, asistencia en materia de seguridad a las naciones señaladas como principales productoras de cocaína con destino a Europa y Asia, y una colaboración activa con el sector privado para combatir el lavado de dinero.
La estrategia también contempla el uso de tecnologías biométricas avanzadas para reforzar el control y vigilancia en las fronteras, con el objetivo de reducir el tráfico de drogas y el financiamiento de grupos considerados terroristas. “Bajo la administración del presidente de los Estados Unidos, el país se ha comprometido a desmantelar las organizaciones terroristas extranjeras y a poner fin al narcotráfico en el hemisferio occidental y más allá. Hacemos un llamado a nuestros aliados para que se unan a nosotros en esta lucha”, publicó el Departamento de Estado en su cuenta oficial en X.
Durante su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Trump elevó el tono al advertir que los recientes operativos militares contra embarcaciones procedentes de Venezuela constituyen una advertencia firme. “A todos los terroristas matones que llevan drogas venenosas a Estados Unidos de América, por favor, les advertimos que los haremos desaparecer”, declaró. Según el mandatario, cada uno de los barcos interceptados transportaba estupefacientes en cantidades suficientes “como para matar a más de 25.000 estadounidenses”.
El presidente también volvió a apuntar directamente contra Nicolás Maduro, a quien acusa de liderar redes de narcotráfico en la región. La semana pasada, Trump anunció un nuevo ataque contra lanchas con drogas provenientes de Venezuela, el tercero en un mes, en el marco de un despliegue militar en el sur del Caribe que actualmente incluye siete buques de guerra, un submarino de propulsión nuclear y aviones furtivos F-35.
La estrategia militar fue reforzada con un incremento en la recompensa ofrecida por información que lleve a la captura de Maduro, la cual ascendió a 50 millones de dólares. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que el presidente “ha demostrado claramente que está dispuesto a utilizar todos los medios necesarios” para detener el flujo de drogas desde Venezuela. Además, subrayó que el rechazo de Trump al diálogo propuesto por Maduro es definitivo y que la postura de la Casa Blanca “no ha cambiado”.
Desde Caracas, el mandatario venezolano respondió que las acusaciones forman parte de una “amenaza” que busca propiciar un “cambio de régimen” en el país y sostuvo que Venezuela está “libre de producción de drogas”. Durante su programa televisivo semanal, Maduro insistió en que seguirá defendiendo lo que denomina “la verdad de Venezuela” frente a Washington.
La Casa Blanca ha vinculado al líder chavista con el llamado “Cártel de los Soles”, catalogado como organización terrorista. En contraste, la dirigente opositora María Corina Machado, actualmente en la clandestinidad, expresó su apoyo a la ofensiva estadounidense: “Falta muy poco para que los venezolanos recuperemos nuestra soberanía y la democracia”, afirmó.
El endurecimiento de la política de Washington marca un nuevo capítulo en la confrontación entre Trump y Maduro, con América Latina nuevamente en el centro de la agenda de seguridad internacional.
FUENTE: Infoabe.





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