Cristina Fernández de Kirchner quedó detenida este martes, pero el Tribunal Oral Federal N.º 2 (TOF 2) resolvió concederle el beneficio de la prisión domiciliaria. De esta manera, la expresidenta no deberá concurrir a Comodoro Py mañana, tal como se preveía. La decisión fue adoptada por los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso.
La medida establece que Fernández de Kirchner deberá utilizar una tobillera electrónica y podrá recibir visitas en su departamento del barrio porteño de Constitución, previa presentación de un listado de personas autorizadas.
Con esta resolución, la Justicia formalizó el inicio del cumplimiento de la pena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, dictada en la causa conocida como Vialidad, donde se la encontró culpable de direccionar contratos de obra pública en Santa Cruz a favor del empresario Lázaro Báez.
La resolución judicial fue adoptada en disidencia con el planteo de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, quienes habían solicitado que la condena se cumpliera en una unidad penitenciaria.
Los jueces argumentaron que: “Su permanencia en prisión en un establecimiento carcelario −argumentaron los jueces− no sólo se presenta, por el momento, como una opción difícil de compatibilizar con una protección efectiva de sus derechos fundamentales sino que además es una opción que la ley expresamente habilita a reemplazar por otra”.
Entre los fundamentos de la defensa para solicitar la prisión domiciliaria, los magistrados sólo valoraron dos: la edad de la exmandataria, de 72 años, y el atentado que sufrió en septiembre de 2022. En ese sentido, sostuvieron: “La combinación del riesgo para la vida e integridad física de la condenada a raíz del atentado del que fue víctima, junto con la dificultad de garantizar su seguridad en un establecimiento penitenciario sin incurrir en prácticas discordantes para el derecho constitucional y convencional −aislamiento−, nos conducen a la decisión en favor de la concesión de la prisión domiciliaria como única vía hoy compatible con el respeto de los derechos fundamentales de la persona”.
Ante el pedido de la defensa para que no se le colocara una tobillera electrónica, el tribunal fue categórico: “Corresponde cumplir con la manda que exige la implementación de un dispositivo electrónico para aquellos condenados que accedan al beneficio”.
El fallo cierra con la confirmación del arresto: “A partir del día de la fecha Cristina Elisabet Fernández de Kirchner se encuentra, en calidad de detenida bajo la modalidad de prisión domiciliaria, cumpliendo la pena firme de seis años de prisión, inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos, accesorias legales y las costas del proceso que le fuera impuesta en esta causa”.
El tribunal notificó formalmente la detención a través de su abogado defensor, Alberto Beraldi, dejando sin efecto el plazo de cinco días hábiles para su presentación personal ante el juzgado.