China dio una primera señal concreta para aliviar la guerra comercial con Estados Unidos. Este viernes, el Ministerio de Comercio del país asiático confirmó que evalúa retomar el diálogo con Washington, luego de haber recibido mensajes de la administración norteamericana manifestando interés en reabrir las negociaciones.
La posible distensión llega tras semanas de tensión, marcadas por la imposición de aranceles por parte del expresidente Donald Trump, que desencadenaron represalias chinas. “Si luchamos, lucharemos hasta el final; si hablamos, la puerta está abierta”, indicaron desde el gobierno chino, aunque advirtieron que no habrá diálogo real si EE.UU. no corrige sus “medidas arancelarias unilaterales”.
La presión económica crece en ambos frentes. En Estados Unidos, la actividad industrial se contrajo en el primer trimestre del año, en parte por el adelanto de importaciones para esquivar los aranceles. En China, los pedidos de exportación cayeron al nivel más bajo en dos años, y el sector manufacturero atraviesa su peor momento desde fines de 2023.
En este contexto, Pekín exige que EE.UU. envíe a la mesa a un negociador con respaldo directo de Trump, capaz de firmar acuerdos junto al presidente Xi Jinping. Sin embargo, los cambios recientes en el gabinete estadounidense, donde el secretario de Estado Marco Rubio asumió también como asesor de seguridad nacional, podrían complicar esa dinámica.
Rubio reconoció en una entrevista que China está “tendiendo la mano” para negociar, aunque expertos como Frank Lavin creen que las decisiones seguirán dependiendo del secretario de Comercio Howard Lutnick y del propio Trump. Ambos gobiernos buscan al menos reducir la tensión, mientras el mundo observa los próximos movimientos de esta pulseada comercial.