“Los conflictos colectivos que pudieren afectar la normal prestación de servicios esenciales o actividades de importancia trascendental quedan sujetos a las siguientes garantías de prestación de servicios mínimos”, señala el artículo 3 del decreto publicado este martes en el Boletín Oficial.
La normativa precisa que “en el caso de los servicios esenciales, en ningún caso se podrá negociar o imponer a las partes una cobertura menor al 75% de la prestación normal del servicio de que se tratare”. Para las actividades de “importancia trascendental”, el piso obligatorio será del 50%.
Hasta ahora, el listado de actividades esenciales se limitaba a los servicios sanitarios, hospitalarios, la distribución de agua potable y energía eléctrica, los servicios telefónicos y el control del tráfico aéreo. Con el nuevo DNU, se agregan múltiples sectores clave.
Entre los servicios que ahora deben mantener niveles mínimos obligatorios durante medidas de fuerza se encuentran:
Salud y farmacia: servicios sanitarios y hospitalarios, transporte y distribución de medicamentos, insumos hospitalarios y servicios farmacéuticos.
Energía y combustibles: producción, transporte, distribución y comercialización de agua potable, gas, combustibles y energía eléctrica.
Telecomunicaciones: servicios de internet, comunicaciones satelitales y otros vinculados.
Transporte y logística: aeronáutica comercial, tráfico aéreo y portuario, balizamiento, dragado, estiba, remolque, transporte marítimo y fluvial de personas y mercaderías, y operaciones costa afuera.
Servicios públicos estratégicos: aduanas, migraciones, comercio exterior.
Educación y cuidado: guarderías, niveles preescolar, primario, secundario y educación especial.
La decisión fue firmada por el presidente Javier Milei y los ministros Gerardo Werthein (Relaciones Exteriores), Luis Petri (Defensa), Luis Caputo (Economía), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Patricia Bullrich (Seguridad), Mario Iván Lugones (Salud), Sandra Pettovello (Capital Humano) y Federico Sturzenegger (Desregulación del Estado).
La Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A) fue una de las primeras organizaciones en manifestarse en contra. Su secretario general, Hugo “Cachorro” Godoy, cuestionó la medida: “El Gobierno intenta nuevamente avanzar con lo establecido en el DNU 70/23, que ya ha sido declarado inconstitucional en dos instancias por la cámara laboral”.
“Esta nueva ofensiva autoritaria, llevada adelante mediante un DNU, representa un ataque directo a derechos consagrados en la Constitución Nacional. No lo vamos a permitir”, afirmó Godoy en su cuenta de X (ex Twitter).